Cómo fijar límites a niños pequeños

A los niños les encanta cooperar. Son muy buenos para jugar, confiar y aprender. Quieren sentirse cercanos a sus padres y a otros seres que aprecian. Pero cada día, suceden cosas que hieren sus sentimientos. Desean que hubiera más tiempo de diversión y cercanía, y se frustran por que hay cosas que todavía no pueden hacer. No importa qué tanto nos esforcemos por evitarlo, todos los días hay muchos ratos difíciles para nuestros niños.

A los niños les encanta cooperar. Son muy buenos para jugar, confiar y aprender. Quieren sentirse cercanos a sus padres y a otros seres que aprecian.

Pero cada día, suceden cosas que hieren sus sentimientos. Desean que hubiera más tiempo de diversión y cercanía, y se frustran por que hay cosas que todavía no pueden hacer. No importa qué tanto nos esforcemos por evitarlo, todos los días hay muchos ratos difíciles para nuestros niños.

Los niños cuentan con un mecanismo que les ayuda a deshacerse de sentimientos incómodos de inmediato. Es la cosa más saludable que pueden hacer. El llanto, los berrinches y los episodios de mucha risa son la manera natural para sanar de las malas experiencias. Una vez que terminan de expresar sus sentimientos, se sienten 100% mejor. Otra vez pueden confirmar que usted les ama. Pueden escuchar y cooperar.

Le decimos a los niños que no lloren y los castigamos cuando hacen berrinches. Se nos enseñó que estas expresiones son señas de mal comportamiento. Por ello, nuestros niños tienen que hacer un esfuerzo muy grande para no mostrar sus sentimientos y una angustia se les va acumulando por dentro.

Cuando un niño se encuentra angustiado, pierde la paciencia, las ganas de divertirse y  la habilidad para hacer de cada día un buen día. En estas ocasiones, tienden a hacer cosas que no tienen sentido. Empiezan a pelear, a pedir un objeto que alguien más tiene o a pedir una cosa tras otra sin contentarse con nada. Son las veces en las que si pide jugo de naranja, usted no le sirve la cantidad correcta. Si usted le sirve más, entonces serán los pedacitos de naranja que flotan en el jugo lo que le molesta. Usted cuela el jugo y todavía tendrá un pretexto.

En ocasiones así, los padres podemos jugar un papel muy positivo. Podemos fijar límites al comportamiento de nuestro niño para ayudarle a deshacerse de los sentimientos que le molestan y a que recupere su buen juicio y las ganas de cooperar. Cuando usted sienta que su niño está siendo irrazonable, estos son los pasos a seguir:

Escuche

Póngase a su nivel para verle directamente a los ojos y simplemente pregúntele qué es lo que le pasa. Pregúntele porqué es que tiene que ponerse el vestido azul que ahorita está en la lavadora. Su niño necesita hablar sobre lo que siente y si es posible, con alguien que no esté enojado. En este momento, se siente alejado y herido.

Fije Un Limite

limitsSi insiste en algo irrazonable, usted necesita intervenir. Dígale lo que usted opina que es razonable y luego asegúrese de que el comportamiento irrazonable no continúe. Si su niña le está gritando al hermanito, dígale que el gritar no ayuda y pídale que deje de hacerlo. Si no puede detenerse, usted la recoge con cariño y la lleva a otro cuarto. Si está enojada lanzando objetos, ponga su mano en el objeto que ella está a punto de lanzar y dígale, “No puedes tirar nada más.” Si su niño insiste en que el jugo de naranja todavía necesita colarse más, usted puede decirle, “El jugo ya está bien así.” No es necesario castigar, ni dar lecciones, ni ser bruscos con ellos. Simplemente intervenir.

Cuando un niño está angustiado no puede pensar bien. No puede pensar en lo que le decimos y por eso no hace lo que pedimos. Usted tiene que recordar esto e intervenir cariñosamente pero con firmeza para que un comportamiento irrazonable no continúe.

Escuche

set limits with playful interventionEste es el paso de “soltar la presión”, el que le ayudará inmensamente a su niño. Cuando usted intervenga para evitar que el niño haga cosas que no tienen sentido, probablemente empezará a llorar o a hacer un berrinche. Esto es algo CONSTRUCTIVO. Es la manera en que su niño se libera de la tensión que le empujó a hacer cosas irrazonables. Si usted se puede mantener cerca mientras que llora o rabía, continuará haciéndolo hasta sentirse bien de nuevo. Entonces podrá escuchar mejor, cooperar y sacarle provecho a la situación. Los sentimientos negativos que le habían atrapado son resueltos. La atención de usted para escucharle mientras hace esto, será mejor que cualquier lección, amenaza o castigo. Esa atención reestablece la cercanía entre ustedes.

Por más información de las 5 herramientas de Hand in Hand para padres, lee nuestros libretos Escuchando a los Niños.

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